Diste en el clavo, Francis: la cuestión de fondo no creo que sea si la literatura es política, sino más bien cómo lo es, y si tal dimensión política enriquece o empobrece el valor artístico de una obra.
Quien lee a Tolkien en clave literalista (tampoco debe hacerlo, por supuesto, de forma alegórica, ya que el propio autor detestaba tal idea) no ha entendido nada de lo que él quiere decir.
¡Muchas gracias por comentar! Es cierto que una lectura alegórica también traicionaría lo literario del texto; en cierto sentido, sería hacer lo mismo que la lectura literal: cerrar la amplitud simbólica del texto para imponerle un único sentido posible.
Coincido plenamente. La literatura, en especial la ficción, es antes que nada, creación artística. Por ende debe apreciarse primero en sus formas y en el placer que producen en el lector. Lee uno, sobre todo, por placer. La “sobre interpretación” de textos es a veces un ejercicio que nos aleja del simple disfrute de la lectura. Borges, García Márquez o Vargas Llosa, son grandes escritores, más allá de sus pensamientos políticos que puedan o no colorear su obra. Concuerdo con Francis en que la manía de querer encontrar en todo argumentos políticos no es la mejor manera de abordar un libro. Me gusta o no me gusta es la cuestión !!
Muchas gracias por leer y por dejar tu comentario. Qué tres grandes autores mencionas. En algunas de sus obras, por cierto, hay política, pero efectivamente presentada bajo formas en primer lugar literarias y estéticas.
Muy bueno Francis. Creo que puede aplicarse no solamente a la literatura de ficción sino a toda, ya que las interpretaciones de "lo que quiso decir el autor" abundan en todos los géneros. Estoy absolutamente en contra de la "ideologización" de la literatura, va en contra de su estética disfrutable.
Muchas gracias por tu comentario. Es cierto que a veces hay matices políticos importantes en ciertas obras y conviene tenerlo en cuenta, pero como dices, ideologizarlo todo y de entrada puede limitar nuestra comprensión de otras cuestiones. Creo que, en el fondo, no se trata de que en la literatura no haya política, se trata de que también la política es presentada bajo formas estéticas que conviene analizar para entender lo demás.
Diste en el clavo, Francis: la cuestión de fondo no creo que sea si la literatura es política, sino más bien cómo lo es, y si tal dimensión política enriquece o empobrece el valor artístico de una obra.
Quien lee a Tolkien en clave literalista (tampoco debe hacerlo, por supuesto, de forma alegórica, ya que el propio autor detestaba tal idea) no ha entendido nada de lo que él quiere decir.
¡Un 10 para tu post!
¡Muchas gracias por comentar! Es cierto que una lectura alegórica también traicionaría lo literario del texto; en cierto sentido, sería hacer lo mismo que la lectura literal: cerrar la amplitud simbólica del texto para imponerle un único sentido posible.
Coincido plenamente. La literatura, en especial la ficción, es antes que nada, creación artística. Por ende debe apreciarse primero en sus formas y en el placer que producen en el lector. Lee uno, sobre todo, por placer. La “sobre interpretación” de textos es a veces un ejercicio que nos aleja del simple disfrute de la lectura. Borges, García Márquez o Vargas Llosa, son grandes escritores, más allá de sus pensamientos políticos que puedan o no colorear su obra. Concuerdo con Francis en que la manía de querer encontrar en todo argumentos políticos no es la mejor manera de abordar un libro. Me gusta o no me gusta es la cuestión !!
Muchas gracias por leer y por dejar tu comentario. Qué tres grandes autores mencionas. En algunas de sus obras, por cierto, hay política, pero efectivamente presentada bajo formas en primer lugar literarias y estéticas.
Muy bueno Francis. Creo que puede aplicarse no solamente a la literatura de ficción sino a toda, ya que las interpretaciones de "lo que quiso decir el autor" abundan en todos los géneros. Estoy absolutamente en contra de la "ideologización" de la literatura, va en contra de su estética disfrutable.
Muchas gracias por tu comentario. Es cierto que a veces hay matices políticos importantes en ciertas obras y conviene tenerlo en cuenta, pero como dices, ideologizarlo todo y de entrada puede limitar nuestra comprensión de otras cuestiones. Creo que, en el fondo, no se trata de que en la literatura no haya política, se trata de que también la política es presentada bajo formas estéticas que conviene analizar para entender lo demás.
Increíble reflexión. Me ha gustado mucho.
Muchas gracias por leer y por dejar tu impresión.